Los trabajos se iniciaron en 1974, desde la costa uruguaya. Durante años, personal uruguayo y argentino, a veces venido desde muy lejos, trabajó de día y de noche, en invierno y en verano, hasta que Salto Grande fue una realidad.
Primero se construyó el dique y en 1979 se formó el embalse. Antes de hacer el dique, los ingenieros midieron la altura de cada lugar y pudieron calcular la forma y extensión que iba a tener el lago. Se estudiaron también la flora y la fauna del lugar para calcular cómo iba a incidir en ellas la formación del lago. Es decir, se tomaron las precauciones necesarias con el fin de no alterar el equilibrio natural de la región. También se adoptaron diversas medidas para preservar la buena calidad del agua. Una de estas medidas fue el talado de los bosques de la zona. Aunque | el agua iba a cubrirlos, hubieran entorpecido la navegación, la pesca y el funcionamiento de la represa. Además, al descomponerse, habrían contaminado el lago. Argentina y Uruguay se comprometieron a controlar las actividades contaminantes como el vertido de basura o desechos industriales.
Con el propósito de proteger el suelo de la erosión se plantaron árboles en las orillas del lago, para que fijaran la tierra. Se construyeron compuertas que se abren y se cierran para permitir el paso de los peces, además de cultivar peces en el lago.
La represa de Salto Grande introdujo un cambio importante en la región, que fue analizado previamente con gran cuidado para que tuviera el menor impacto ambiental posible. |
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